Durante un poco más de tres semanas se llevó a cabo
un sínodo dedicado enteramente a los jóvenes del mundo presidido por el papa
Francisco en la ciudad del Vaticano.
Allí se discutieron muy variados temas concernientes
a los jóvenes de todos los países por donde se encuentra esparcida la fe
católica. La reflexión principal estaba dirigida a “los jóvenes, la fe y el
discernimiento vocacional”. Representantes de todo el mundo fueron exponiendo
los proyectos a seguir en los próximos años en la vida de la Iglesia con
relación a este tema central del cual saldrá publicado próximamente un
documento post sinodal.
“Desde el
Sínodo saldrá una iglesia que quiere hacer una opción decidida por los jóvenes
pero, sobre todo una opción con los jóvenes. La iglesia está llena de ellos,
aunque es cierto que muchísimos están fuera. El desafío es acompañarlos”
decía Daniel Sturla Berhouet arzobispo de Montevideo, Uruguay.
Al cierre del sínodo el papa Francisco dijo entre
otras cosas: “Me gustaría decirles a los
jóvenes, en nombre de todos nosotros, adultos: disculpadnos si a menudo no os
hemos escuchado; si, en lugar de abrir vuestro corazón, os hemos llenado los
oídos. Como Iglesia de Jesús deseamos escucharos con amor”.
También, siguiendo la exposición, propuso Francisco
los tres pasos que la Iglesia debe dar para ayudar en la fe de los jóvenes del
mundo, a saber: escuchar, hacerse próximos y testimoniar.
Demos gracias a Dios por haber hecho posible este
nuevo Sínodo en el que la Iglesia católica pudo refeccionar acerca de la
juventud y con la juventud, ya que además de los obispos estuvieron presentes
jóvenes representantes en el sínodo de todos los continentes.
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