El 10 de agosto apareció una noticia en el preciado
diario (periódico) La Nación ("https://www.lanacion.com.ar/2161019-macri-incluira-la-despenalizacion-del-aborto-en-la-reforma-del-codigo-penal
- Copyright © LA NACION) que rezaba así: “Macri incluirá la despenalización del
aborto en la reforma del Código penal”. O sea, esto quiere decir: mal perdedor.
¡Típico Bostero!
Y además, dice que reforzará la educación sexual
para prevenir embarazos adolescentes (es decir, les van a seguir enseñando a
los pibes que tomen pastillas y usen forros para evitar un embarazo).
La periodista Claudia Pairó dijo: “Que el
diario El País de España incurra en periodismo militante, vaya
y pase; no sería la primera vez. Pero que un Jefe de Gobierno
extranjero cuestione una decisión soberana de otro país, además referida a
un tema que no le atañe para nada, es como mínimo sorprendente”. Y bueno,
Claudia, si el tío no puede con Cataluña pero tiene tiempo para meterse con
Argentina que le vamos hacer, derecha e izquierda se dan la mano.
El problema de fondo que tanto invoca nuestro pragmático presidente está en su
alma tristemente angustiada porque no puede solucionar los problemas reales de
la pobreza de tanta gente en argentina y de haber perdido la batalla legal en
el parlamento, no está en reivindicar el aborto y los anticonceptivos entre los
pibes como quiere vendérnosla.
Macri, una vez
más podemos decir que sos un negro bostero (en el sentido de vulgar), disfrazado de cheto, y poco
caballero en las luchas. Sos un hijo de un ladrón inmigrante y encima un fascista
de la primera hora queriendo ganar con trampa lo que perdiste legalmente.
“Tenemos problemas que resolver como sociedad, y uno
es que tenemos más de 100.000 chicos que nacen de embarazos adolescentes no
deseados, es un tema central, dijo el presidente.
El verdadero tema central en Argentina es el
empobrecimiento de nuestro pueblo y el latrocinio de corruptos que siguen
vaciando las arcas de la Republica con tanto caradura suelta (y no solo
Cristina y compañía K eh!) que asombra cada vez más. Allí reside nuestro
problema de fondo y el tuyo como jefe de estado.
¿Y Peña? Peña que se vaya a la
cadena de supermercados de su familia en los que estafaban con tanta usura a
los sureños.
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