«Hola PadreWalter, soy Carlos y quisiera hacerle una
pregunta: ¿la misa es una oración para rezar?»
Claro que sí Carlos. Pues la Santa Misa es la
oración por excelencia y la más concreta de todo cristiano. Esta es una de las
razones por lo que nos congregamos cada domingo en torno al altar del Señor.
Pero trataré de ser más concreto: ante todo habrá
que preguntarnos: ¿Qué es la oración? Es un diálogo, una relación personal con
Dios.
Por eso Jesús llamó a los Apóstoles para que estén
con él: esta es la gracia más grande. Y esa es la razón por la que la Santa
Misa es un momento privilegiado para estar con Jesús. No vamos a un espectáculo
cuando vamos a la Misa, vamos a un encuentro con Dios.
Y el primer punto para que la Misa de frutos de vida
en nosotros es ser humildes para poder entrar en un verdadero diálogo:
reconocerse hijos, descansar en el Padre, fiarse de Él.
Y hay una segunda disposición que debemos tener, y
es dejarse sorprender: pues deseamos renacer y tener la alegría de recomenzar
hoy, mañana, siempre, como Nicodemo en el Evangelio (Cfr. Jn 3, 3-7).
Por lo tanto, asiste a la Santa Misa pensando en
esta verdad tan elemental: la Misa es oración. ¡Y qué oración!
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