Cuando uno no quiere ver la realidad de las cosas le
pueden estar sucediendo dos cosas, a saber:
-O bien está enfermo y no percibe bien la realidad
ya sea como consecuencia de una enfermedad en los sentidos externos (vista,
tacto, gusto) o un problema de índole intelectual,
-O está mintiendo positivamente y sin descaro.
Hoy escuché a una persona por televisión, ministra
creo de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, que hace unos meses atrás
decía con mucha seguridad y fuerte, casi gritando: “Aquí no hay hambre” “Venezuela
está muy bien”…
Pero resulta que muchos venezolanos no piensan lo
mismo. Miles, millones han escapado o intentan escapar del flagelo cultural y
económico al que están siendo sometidos. Se disparan como cancha, dirían en
Perú y los pobres países hermanos y vecinos no saben ya que hacer o hacen macanas (otro tema aparte para tratar). Ecuador, Colombia, el ya mencionado
Perú, Brasil que ya militarizó la frontera. La situación es desesperante para
unos y para otros.
Y una vez más el espejismo de los marxistas y de
algunos socialistas trasnochados se disparó por los aires. Y como siempre, los que
terminan pagando el pato es la multitud de gente empobrecida y desesperada que
no sabe a dónde disparar.
Maduro, hay una multitud de personas que en
Venezuela tienen hambre ¡no te hagas el loco! “millones y millonas” como decís vos. Que la realidad y el
sufrimiento de tanta gente no te pase por al lado.
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