¿Hace falta…?


Hola amigos, San Pablo es tan claro cuando nos habla también a nosotros en su carta dirigida a los Efesio de: “no entristecer al Espíritu Santo” (Ef 4, 30) ¿qué significa esta expresión? Lo explica él mismo. Entristecer al Espíritu Santo significa pecar con ira, enfados, insultos, hacer mal las cosas a propósito; en definitiva es no querer ser santo, es decir, imitadores de Dios…

Pero ojo: “Un santo no es alguien raro, lejano, que se vuelve insoportable por su vanidad, su negatividad y sus resentimientos. No eran así los Apóstoles de Cristo” (el papa Francisco, Gaudete et Exsultate nº 93).

Al contrario, un santo es una persona normal y muy cercana que no se la pasa todo el día bañado en agua bendita ni comiendo estampitas, no. Es un hombre o una mujer llena de vida y con ganas de hacer las cosas bien de acuerdo a lo que Dios nos ordenó. Nada más. 

Para ser santos o vivir con el propósito de santificarnos siempre necesitamos ayuda, como el profeta Elías en el desierto (Cfr. 1Re 19, 8): nosotros necesitamos a Jesucristo en la Eucaristía. Pues, para eso vino al mundo y se hizo hombre para purificarnos, fortalecernos y salvarnos mediante su muerte y resurrección. Y ese acto de amor eterno se perpetró en el tiempo a través de la Eucaristía, la hostia consagrada, el pan de vida.


a) Pecados tenemos todos (Cfr. Jn 8,7). Y ¿entonces? ¿Cómo me debo arrepentir y limpiar? Confesándome para poder comulgar en cada Santa Misa, no estoy diciendo nada nuevo. Y así, comer el pan que da la vida.

b) Pan consagrado que nos fortalece y nos hace caminar y sobrellevar todas las adversidades que nos puedan surgir; que nos trasforma y santifica; que hace que no caigamos en las tentaciones que a veces parecen más duras que nuestras propias fuerzas.

c) Y santifica efectivamente porque es el tres veces santo (Cfr. Is 6, 3) que está junto al Padre celeste. Y milagrosamente presente también en la Eucaristía.

Hermanos: “Este es el pan que baja del cielo…para que el hombre coma de él y no muera” (Jn 6, 50).

Para esto hace falta...



Dios los bendiga y la Virgen los proteja de todo mal.

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